La motivación para hacer ejercicio y mantenerse en forma puede ser difícil de encontrar y aún más difícil de mantener.
Sin embargo, es importante recordar que el ejercicio regular tiene innumerables beneficios para la salud física y mental.
Te presentamos algunas estrategias que puedes probar para motivarte a ti mismo y mantener tu rutina de ejercicio.
Traza metas que sean realistas
Es importante tener metas claras y alcanzables en mente. En lugar de decir «quiero perder 20 kilos», establece una meta más específica, como «quiero perder 1 kilo por semana durante los próximos 3 meses». Esto hace que tu objetivo sea más manejable y te ayuda a mantener la motivación.
Realiza actividades físicas que puedas disfrutar
No todas las personas disfrutan del mismo tipo de ejercicio, por lo que es importante encontrar una actividad que realmente te guste. Si no disfrutas corriendo, prueba caminar, nadar o practicar yoga. Encuentra algo que te divierta y que te haga sentir bien al mismo tiempo.
Puedes hacer ejercicios acompañado
Hacer ejercicio con un amigo puede ser muy motivador. Es más difícil cancelar una sesión de ejercicios si alguien te está esperando. Además, el hecho de tener compañía hace que el tiempo pase más rápido y te distrae de cualquier incomodidad que puedas sentir.
Asegúrate de hacer un seguimiento
Mantén un registro de tu progreso en el ejercicio, ya sea a través de un diario de entrenamiento o una aplicación de seguimiento de ejercicios. Ver cómo mejoras en tu resistencia o cómo estás perdiendo peso puede ser muy motivador.
Convierte el ejercicio en una rutina diaria
Establece una hora específica cada día para hacer ejercicio, como antes o después del trabajo. Con el tiempo, el ejercicio se convertirá en parte de tu rutina diaria y será más fácil de mantener.
Ten paciencia
Los resultados no suceden de la noche a la mañana. Es importante tener paciencia y recordar que los resultados a largo plazo requieren un compromiso a largo plazo.
Siéntete orgulloso de ti mismo por lograr tus objetivos y recompénsate cuando alcances tus metas. Las recompensas pueden ser tan simples como permitirte un pedazo de pastel después de una semana de ejercicio regular o comprar ropa nueva para hacer ejercicio.
Al establecer metas realistas, encontrar una actividad que disfrutes, hacer ejercicio con un amigo, hacer un seguimiento de tu progreso, hacer que el ejercicio sea parte de tu rutina diaria, recompensarte y tener paciencia, puedes hacer del ejercicio una parte integral de tu vida y cosechar sus innumerables beneficios para la salud. Si quieres seguir formándote para el éxito en todo, sigue leyendo artículos de nuestro blog.