Al momento de hacer las descripciones de personajes que integran tu novela, no es necesario describir específicamente su cuerpo o su aspecto, ni siquiera de los protagonistas.
Basta con incluir un par de rasgos físicos relevantes que proporcionen al lector los datos necesarios para saber quiénes son los personajes.
Sin embargo, es importante tener algunos detalles en cuenta.
Estas recomendaciones pueden ayudarte
Para comenzar un personaje literario debe ser racional y tener conciencia dentro de la trama. En otras palabras, tu creación tendrá que saber que existe dentro del universo de tu novela y ser consciente de la trama que está viviendo en la misma
Proporciona los datos necesarios que logren crear una imagen en el lector de los personajes
El exceso de detalles puede llegar aburrir al lector, y es que solo conseguirás que olvide la mitad al volver la página. Plantéate mostrar lo esencial, con aquello que distingue a tu personaje de otros. Si el color de sus ojos no aporta nada en la historia, sobra.
Por muy detalladas que hagas las descripciones, no impedirás que cada lector tenga una idea diferente de esos personajes, y esto no es necesariamente malo.
Puedes apoyarte en personajes reales para escribir sobre el tuyo
Este método suele tener una serie de beneficios y es que te ayuda a tener una idea nítida de cómo es tu personaje y a cuidar más su peso dentro de la historia.
Intenta que cada personaje sea distinto de los demás.
Puede ser algo complicado, pero lo cierto es que debes procurar que la imagen que el lector se forme sea clara y distinta para cada personaje. Por esto es importante dotarle de algún rasgo característico propio, darles un aspecto, bien sea físico, de carácter o de acción que lo resalte en la historia.
Saber cómo escribir y presentar los personajes de tu historia es importante, así que ten en cuenta estos consejos. En Editorial Mentalidad Abundante queremos ayudarte a ser mejor escritor cada día.